jueves, 1 de marzo de 2012

ESPEJO

                                                            


La escritura es una forma de agarrarse a la vida. Un espejo en el que te miras y puedes -o no- reconocerte.  Como definió el ex-fiscal José María Mena "el verte por la mañana en el espejo y pensar 'no eres un hijo puta', pues ya vale".  Por lo demás escribir ni tiñe canas ni cierra heridas. Y escribo porque me gusta el juego de juntar letras y manchar folios. A veces escribo para comunicar, incluso para saber que lo han leído. 
 Hay gente que le gusta lo que lee y a otros no. La lectura es también sentimiento. Es otra forma de verse en el espejo. 
 Venía esto a que el otro día me desearon la muerte por escribir. 
Aseveraba el inquisidor que si hubieran fusilado a mi abuelo no existiría. Un error temporal, porque sí, hubiera nacido; como se puede deducir de la correcta lectura de la entrada del blog "Mariá y la Memoria". 
 No es preocupante el hecho de que se haga apología de la muerte, aunque te toque en primera persona. Ni por nuevo ni por impactante. Con el tiempo y la reiteración hay cura. Recuerdo, por histórico el día que llamaron por teléfono al piso de estudiante en Madrid, y tras dar recuerdos a la familia, esa voz contundente: 
--Rojo, ¡te vamos a matar!!!
Era un 20 de Noviembre de 1975
Sería un seguidor, aunque entonces no había Twitter. 
Mucho tiempo ha que ya había descubierto que la vida es lo que es. Al fin y al cabo es sólo mirarse en el espejo, y descubrir que se refleja aún una imagen, y la puedes reconocer, al menos...












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