domingo, 29 de enero de 2012

Colmado del "Colmao"

Estaba esperando. Siempre en Madrid se está de espera. En la cola además uno se entera de las últimas noticias, ya sea porque la radio suena a todo volumen o porque los clientes relatan su experiencia vital. Como soy prudente y callado,  el silencio se entiende como aseveración...
El personal se suelta con libertad.


 --Pues antes daban algún detalle con la compra--la queja del momento.
 --Eso ya se ha acabado señora, ya no queda ni para dar las gracias.


Ya estamos, ahora empezamos con la crisis...


--Vamos si tienes que pagar hasta las bolsas de supermercado.
 --Bien que nos crujen por todas partes.., así no llegamos a fin de mes...


Una mirada al reloj...que aligere señora, que no es para toda la vida, piensas


--Espera, que con la subida de impuestos nos vamos a enterar. Ya verás el mes que viene, que es cuando empiezan a descontar el IRPF, y ahí nos daremos cuenta de la pasta que vamos a perder. Todavía no han empezado a aplicar la retención..
--- Ah, ¿no?
---En Febrero nos enteraremos de lo bueno.


No hay mal que por bien no venga, me confirman que aun puedo gastar unos eurillos más


--Es que no tienen vergüenza.


Dios se anima esto, entramos en asamblea...


--Los políticos mucho subir impuestos, y sus sueldos no se los bajan y además no hacen nada contra el paro.
--No lo sabes tu bien, la cantidad de gente joven  que están buscando un triste empleo.
--Lamentable...
--Son unos caraduras. Van a lo suyo. Eso sí su sueldo bien que lo tiene asegurado y nosotros que nos apretemos el cinturón -- Una nueva clienta, nada más entrar se une a la discusión.


--Son unos jetas.


Afirmo y re-que-te-ratifico..  Y todos quedamos conformes en esa conclusión.
Ya aligeramos la compra y por fin salgo del establecimiento.


En la calle, con el sol de invierno en la cara, ungido de pertenecer a la cohesión de la Opinión Pública...
Enciendo un pitillo, para acortar la jubilación, le doy vueltas al debate ciudadano del "Colmao".  Hay que reconocer la sabiduría popular...
Mientras camino, entre el humo del cigarrillo y el de los coches, surge una duda trascendental, de esas cuando vas a cruzar un paso de cebra: no eran 5 a 4, eran todos votantes del PP.

sábado, 28 de enero de 2012

recorrido

La escalera tenía tres escalones de bajada y sesenta de subida. El descenso se realizaba con las manos extendidas para evitar las paredes. Y la subida con tiento, pisando fuerte y asido a la barandilla. La alegría surgía buscando la puerta de salida, donde la luz brillaba, El retorno forzaba los pasos mientras los ojos se abrían para analizar la oscuridad. El ascenso descubría que las escalera tenia cuatro descansillos, tres paradas de relajación y otros tantos tramos de angulares que las matemáticas siempre daban 12 pasos por ascenso. Bajar salir correr todo era lo mismo. Subir sufrir doler era distinto. Aunque la escalera siempre era una fiesta a su conclusión: siempre alguien recibía con los brazos abiertos o una sonrisa, salvo que la escalera estuviera puesta al revés.