Ramón, Ramonet para
los amigos, ‘Chispa’ en el bajo ambiente financiero, sabía que había llegado a
los más alto el día que vio su foto de la ficha policial publicada en el diario
pensó: que nos quiten la bailao’ aunque sea desde el peor
lao’
Desde los tiempos de contable en la caja de ahorros Ramonet tenía
una especial conexión con el dinero: había nacido para acariciar los billetes en
sus manos, pronto comprendió que el dinero se
reproduce de mano en mano y eso
lo empezó a practicar cuando en sus ratos libres administraba la comunidad de
propietarios donde aprendió como a más monedas más desparrame y esa habilidad le
llevó a conocer grandes cuentas de
grandes inversores que le ponían su habilidad de manejar las pasta para que
todos salieran beneficiados
La suerte le llegó el día que Roque R. -‘Tintes’- le sacó de su mohoso despacho de bancario
para mostrarle mundo: aviones, hoteles high style, nieve de verano, eso que
había oído de sexo&drogas&dinero; ‘Tintes’ -sí- era un narcotraficante que tenía
el problema de la mayoría que amasa mucho/muchísimo dinero: la obligación de ocultarlo
a la ley
‘Chispa’ y ‘Tintes’ formaron un gran equipo, en el que Ramonet
se encargaba de la logística monetaria oscura: un vasto entramado de
cuentas-bancos-paraísos fiscales, un sin vivir en el que el 'money' era
un Guadiana eludiendo controles hasta que desembocaba de nuevo en las manos de
talco de Roque y los guantes de 'Chispa’
Todo iba como la seda hasta la primera investigación
judicial que afortunadamente se suavizo con vaselina a los leales contactos
legales que había en los centros operativos de ‘aquí mandan mis santos cojones’
Respiraron una temporada, aunque tuvo que agilizar los
cambios de cuentas y sociedades para
alejar el dinero de sus orígenes, eso supuso que Ramonet se vio expuesto a la
luz pública y pasó de ser testaferro a propietario titular del dinero que
gestionaba a sus jefes, pues Roque ya
trabajaba con otros protagonista del trapicheo
incluidos los ladrilleros,
entonces la empresa confundía y fundía hachís con arcilla, como nuevo becerro
de oro
lo peor era que ‘Chispa’
ya no era clandestino
Ocurrió lo que tenía que pasar: los perros que rastreaban el
olor de carne de presidio hicieron presa y no soltaron
A su pesar Ramón-Ramonet-‘Chispa’ se vio atrapado en su
entramado, una red de araña de millones de euros que se iban desenmarañando en
la dirección que marcaba su nombre; a su maldito pesar era el multimillonario
propietario de dinero negro sin poder blanquearlo
Y eso que un año antes de su caída había conseguido desembolsar
a Roque y Cia.SL un 10% de lo amasado en la cueva de Alí Babá
‘Chispa’ sabía que podía ocurrir, y aunque ‘Tintes’ le juró amor
eterno por lo más sagrado que nunca le dejaría solo, él tenía anotado las
operaciones más delicadas para salvarse el día del final del juicio
El dilema de ser o no ser propietario estaba en la lealtad o
la prisión versus/nexus autosuficiencia o colocarse a cuatro patas
Todo degeneró como dios manda: el testaferro era el criminal
porque ya no existía el narcotraficante, él que había blanqueado dinero se
olvidó que quien realmente se había blanqueado socialmente era su antiguo jefe;
Ramonet -con su alma de feriante- era reo capitalista de su altruismo financiero
a cambio del impensado reconocimiento impoluto de Don Roque
Palabra por palabra poca chispa tendría ‘Chispa’
En el fondo tampoco podría llegar al fondo, porque era
cuestión de vida o muerte, a quien protegía le protegía ahora, al punto que uno
de los dos debía caer a los infiernos, y Ramón sabía que su caída en el pozo era sin cuerda
y/o colchón de seguridad
Su supervivencia consistía en mantener su titularidad del
dinero ajeno, porque así lo decían las pruebas; pedía que su vida debería estar
protegida de aquel al que había suplantado involuntariamente, una paradoja que
se antojaba inquietante: que quien garantizaba su existencia dependiera que
él le garantizara la libertad
-¡Qué coño! -se dijo- ¡fuera filosofía!: quien roba a un ladrón tiene cien años de
perdón
PD: de las muchas reflexiones de talego a ‘Chispa’ le venía de vez en cuando volteando por la cabeza, manía de niñez, su trabalenguas favorito que enlazó desde el primer día a ‘Tintes’:
El perro de San
Roque no tiene rabo
porque Ramón Ramírez se lo ha cortado.
El perro de Ramón Ramírez no tiene rabo
porque se lo han robado…
porque Ramón Ramírez se lo ha cortado.
El perro de Ramón Ramírez no tiene rabo
porque se lo han robado…
Y él lo versionaba
mentalmente:
Porque San Roque se lo ha cortado
El perro de San Roque no tiene rabo
Porque Ramón Ramírez se lo ha robado…